Jaca es un municipio de la provincia de Huesca, capital comarcal de La Jacetania en la Comunidad de Aragón.

Está compuesto por los siguientes pueblos: Abay, Abena, Acín, Ara, Araguás del Solano, Ascara, Asieso, Atarés, Badaguás, Banaguás, Baraguás, Barós, Bataraguá, Bergosa, Bernués, Bescós de Garcipollera, Binué, Botaya, Caniás, Espuéndolas, Fraginal, Gracionépel, Guasa, Gausillo, Ipás, JArlata, Larrosa, Lastiesas Altas, Lastieses Bajas, Lerés, Martillué, Navasa, Navasilla, Novñes, Orante, Osia, Ullé, Villanovilla y Yosa de Garcipollera, que se denominan Barrios rurales, y que acogen a 960 habitantes.

Historia

De orígenes inciertos se considera fundada en el 1000 AC por un pueblo íbero: los jacetanos o iacetanos. Estrabón ya los citaba en el siglo I como uno de los pueblos importantes del norte peninsular. El nombre entonces del enclave era Iacca. Era una tribu dedicada al pastoreo y de caracter violento, que se estendió por los pirineos hasta Huesca y Lérida.

En el año 194 AC el cónsul romano Marco Poncio Catón acabó conquistando Jaca debido a una trampa que las tropas romanas tienden a las iacetanas. La trampa era enfrentarlos a sus enemigos naturales los suessetanos, que estaban establecidos en las actuales Cinco Villas, que sitiaron Jaca. Las tropas salieron a campo abierto y cuando estaban en lucha ambas tribus salieron de su escondite las legiones romanas que se encontraban ocultas en el bosque, y que les impidieron volver a la fortaleza. Una vez integrada en el Imperio Romano fue un punto de vigilancia de los caminos pirenaicos.

Tras la caída del Imperio romano, los godos invadieron la península y Jaca se pasó a llamar Apriz. Jaca había perdido su esplendor romano debido a los bandidos que hicieron que su población diezmase.

Con la llegada de los árabes a la península, las montañas del pirineo se conservaron como territorios cristianos debido al protectorado carolingio. Es la llamada Marca Hispánica. Uno de esos condados fue el núcleo del reino de Aragón. Hacia el 920 Galindo II Aznárez repobló la cuenca en río Aragón, entonces Jaca era una simple fortaleza que dependía del Monasterio de Siresa, pero iría cobrando mayor importancia por su situación estratégica al pié del paso de Somport y cruce de caminos hacia Pamplona.

Ramiro I de Aragón estableció en Jaca su residencia, la situó cerca el Monasterio de San Pedro, sede del obispo de Aragón. En el año 1077 Sancho Ramírez aglutinó el Monasterio con el Palacio y el burgo de Santiago, con dos calles. Este impulso haría que se iniciara la construcción de la catedral hacia el 1082. A pesar de su despoblamiento, el hecho de hacer que fuera sede gubernamental y episcopal y sobre todo el Fuero, pionero en territorios cristianos, fue atrayendo comerciantes, y personas dedicadas a la administración, lo que hizo que Jaca dejase de ser una aldea o un castro fortificado. Así pasó a ser la primera capital del reino de Aragón entre el 1077 y el 1096, en que conquistada Huesca la sucedería en la capitalidad. La peste y los incendios del final de la Edad Media dejan a Jaca en una crisis de la que no saldrá hasta la intervención de Fernando el Católico para formar un gobierno local. Se produce un nuevo esplendor proviniente de la burguesía y que se detalla en la catedral. 

Jaca pasó a ser una ciudadela fortificada en época de Felipe II, y ciudad leal a Felipe V en la guerra de Sucesión, por lo cual se le concedieron honores. Jugó un papel importante en la Guerra del Rosellón.

Debido a una deserción importante, Jaca se rindió en 1809 al ejército francés en la Guerra de la Independencia. 

En las Guerras Carlistas no pasó de ser anécdótico la denuncia a soldados por haber vendido armas a los revolucionarios.

En el año 1893 el tren llega a Jaca, si bien hasta el 1923 no se termina la línea internacional hacia Olorón.

El último suceso luctuoso importante se produjo en 1930, la llamada Sublevación de Jaca, que acabó con los cabecillas que querían instaurar la República en el paredón fusilados.

Geografía

Jaca está situada a 818 metros sobre el nivel del mar sobre una terraza fluvioglaciar en el margen izquierdo del río Aragón. Se encuentra a la salida del valle de Canfranc que pasa de tener orientación norte-sur a tener una orientación oeste-este que lleva sobre la canal de Berdún. Se debe ser un sitio estratégico a que además el rio Gas, que corre a juntarse al Aragón, ha cavado un valle bastante abrupto en un terreno de margas que facilita su defensa.

Jaca tiene 11.000 habitantes, que se multiplica en la llegada de la época de invierno debido al turismo de nieve. Las estaciones de esquí de Astún y Candanchú, aunque algo lejos de Jaca (entre 30 y 35 kms.) tienen su punto de residencia aquí debido a la extenda variedad de hoteles, y en general el sector servicios.

La gran variedad de vegetación y fauna que hay en los alrededores de Jaca hace también que Jaca tenga un buen turismo verde basado en la Agenda 21, y se potencie la preservación del quebrantahuesos o de la flor de las nieves. Al estar situada en un lugar privilegiado a forma de atalaya bajo la Peña Oroel, los colores del otoño de los bosques caducifolios y de coníferas del Pirineo le hacen tener una gran cantidad de matices y colores.

El clima en Jaca es continental interior con matices de montaña y un rango de temperaturas de -8 a 35 grados que le dan una media anual de 11,4 grados. Las nevadas pueden llegar de noviembre/diciembre a marzo/abril, y la pluviometria llega a los 827 mm anuales.

La Estación de Jaca

Está situada en la parte noreste de la ciudad. Cuenta con un edificio de base rectangular formado por un cuerpo central a dos alturas y dos anexos laterales de planta baja. Dispone de dos andenes, uno lateral contiguo a la estación y otro del tipo isla central por el que se accede a dos vías de las cuatro de paso que tiene (apartadero).

La estación fue inaugurada el 1 de junio de 1893 con la puesta en marcha del tramo Huesca-Jaca de la línea internacional Zaragoza-Pau por Canfranc y Olorón. La concesión inicial de la línea fue para la Sociadad Anónima Aragonesa que cedió la misma a la Compañía de Ferrocarriles del Norte de España. En 1941 la nacionalización supuso la desaparición de las compañías de ferrocarril al integrarse todas ellas en RENFE.

Desde el año 2004 es ADIF la se que encarga de las instalaciones fijas mientras que Renfe Operadora ha pasado a ser un Gestor Ferroviario.

Como la línea a Canfranc no ha sido electrificada, nos encontramos en la estación de Jaca varias cosas interesantes de la época del Vapor, como son la plataforma giratoria y el suministro de agua y carbón. En efecto, los trenes de Norte que hacían el trayecto desde Zaragoza a Canfranc tenía que reponer fuerzas en Ayerbe y/o Jaca para terminar recorrido dada la dureza del trazado. Las locomotoras usualmente utilizadas para todo tipo de trenes en esta línea eran del tipo 1-4-0, de las series 400, 4400, 4700, 4800 0 4900, que eran las más numerosas de la compañía. En su ténder sólo cabía 14 m³ de agua y 6 Tm de carbón, por lo que tenían que ser frecuentes las paradas de abastecimiento. Para ello en la línea se construyó el ramal de Turuñana que evitaba el paso por Huesca y acortaba el trayecto.

Además, como a partir de Jaca la pendiente se hacía más pronunciada se solían instaurar dobles tracciones con refuerzo de una locomotora del mismo tipo por delante.

En el año 1935 Norte incluyó en el servicio de pasajeros, pasando por Huesca los famosos automotores Renault, que acortaron definitivamente el tiempo de viaje desde Tardienta a Canfranc. Estuvieron funcionando en esa línea hasta 1976, en que fueron retirados de circulación. A partir de 1965, y dentro de un plan de modernización de RENFE se compraron locomotoras diesel de aspecto americanizado, siendo utilizadas en la línea las 1900 monocabina, pero sobre todo las 1900 bi-cabina que dada la cantidad de curvas ofreció mejor visibilidad a los maquinistas. Pero esto desgraciadamente duró hasta 1970 en que la SNCF decidió dejar caer la parte francesa de la línea, cayendo entonces del transporte por ferrocarril en picado. Ahora sólo quedan algunos trenes de cereales.

Situación: