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Andromeda Invaders recrea el más clásico de los videojuegos y entretiene (y vicia) un rato
Andromeda Invaders es un medio homenaje, medio recreación, medio experimento de programación que recrea el más clásico de los clásicos de los juegos de marcianitos: Space Invaders (1978). Eso sí, lo hace con algunas variantes como una mayor simplicidad y un incremento de dificultad que hacen que sea un poco más viciosillo si cabe que el original.
En esta versión moderna el láser no para de disparar, es decir, que no hay botón de disparo como tal. Y los ovnis no sólo atacan al jugador sino que además tienen cierta «resistencia» y hay que acertarlos tres veces para destruirlos. Esta especie de «vida» la indica el color de las naves invasoras, al igual que la del láser, que no desparecen si lo alcanzan sino que cambia de color también tres veces antes de ser destruido (se consiguen vidas extra cada 100 puntos).
La dificultad del juego aumenta con más ovnis invasores y más velocidad tras completar cada nivel. Según las instrucciones, disponibles junto con el código fuente de Andromeda Invaders hay unos 20 niveles hasta llegar a la velocidad máxima de los ovnis y de los láseres que disparan. De ahí al nivel 1.000 (que debe ser el último) no hay variación.
¡Suerte y al lío!
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La ESA y la NASA retoman su colaboración para hacer aterrizar el rover Rosalind Franklin en Marte
La historia de la misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) da para varios culebrones. Pero en su último capítulo la agencia europea y la NASA han firmado un acuerdo en el que retoman su colaboración para hacer aterrizar el rover Rosalind Franklin en Marte.
El rover es la segunda parte del programa ExoMars, que en 2018 puso el Trace Gas Orbiter (TGO) en órbita alrededor de Marte. El TGO, además de estudiar la composición de la atmósfera marciana, tiene como objetivo actuar como relé de comunicaciones para el rover. Junto con el TGO viajaba Schiaparelli, una plataforma para comprobar las tecnologías que la ESA y Roscosmos, en aquel momento parte del programa, iban a utilizar para hacerlo aterrizar en el planeta rojo.
Pero Schiaparelli no lo consiguió. Y otros problemas variados, incluyendo la pandemia de covid 19, fueron retrasando el lanzamiento de Rosalind Franklin. Hasta que a principios de 2022 todo parecía listo para lanzar ese otoño. Aunque la invasión de Ucrania por parte de Rusia dio al traste con todo ya que la ESA suspendió sus proyectos conjuntos con Roscosmos, la agencia espacial rusa, incluyendo ExoMars. Eso dejó al rover sin cohete lanzador –iba a ser un Protón M– y sin plataforma de aterrizaje.
Así que la ESA tuvo que replantearse todo, empezando por si seguir adelante con el lanzamiento. Aunque dado que estaba construido y listo para volar parecía un desperdicio no hacerlo. Y además hay que recordar que el rover está dotado de un taladro que podrá tomar muestras hasta a dos metros por debajo de la superficie de Marte y analizarlas in situ, algo que nunca se ha hecho hasta ahora. El objetivo es buscar señales de vida pasada en Marte.
El taladro del gemelo de Rosalind Franklin para pruebas en tierra – ESA
Tomada la decisión de seguir adelante la ESA contrataba recientemente con Thales Alenia Space el desarrollo de una nueva plataforma de aterrizaje para la misión ante la imposibilidad de utilizar la desarrollada por Roscosmos. Es un contrato valorado en 552 millones de euros.
Aunque, entre otras cosas, seguía quedando el problema del lanzador. Y aquí es dónde la NASA vuelve a entrar en la ecuación. Vuelve porque allá por 2009, cuando la misión ExoMars tomó más o menos su forma actual, la NASA se iba a encargar del lanzamiento con un cohete Atlas. Pero recortes forzados sobre todo por el coste extra del telescopio Espacial James Webb llevaron a que la agencia estadounidense se retirara del proyecto en 2012. Y es a partir de ahí cuando entró Roscosmos hasta lo de Ucrania.
En virtud del nuevo acuerdo recién firmado la NASA se encargará del lanzamiento –previsiblemente en un Falcon Heavy– y proporcionará también motores para la plataforma de descenso y las unidades de calor de radioisótopos que permitirán al rover sobrevivir al frío marciano.
El lanzamiento está previsto para 2028 con un aterrizaje en 2030 para llegar a Marte después de la temporada de tormentas de arena.
La misión está en Twitter como @ESA_ExoMars.
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TMB se suma al Dia Internacional contra l'Homofòbia, la Transfòbia i la Bifòbia
El 17 de maig, es commemora el Dia Internacional contra l’Homofòbia, la Transfòbia i la Bifòbia. Aquesta data es va proclamar oficialment l’any 2005, amb la participació inicial de 40 països, per eliminar la discriminació, criminalització i la violència cap a les persones que són assenyalades per la seva orientació sexual o identificació de gènere.
Per aquest motiu, treballadors i treballadores de TMB han volgut participar en aquest vídeo per reivindicar la no discriminació perquè "ningú quedi enrere: igualtat, llibertat i justícia per a tothom".