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La NASA estudiará dos opciones para retomar la misión de retorno de muestras de Marte antes de al final escoger una
Impresión artística de los distintos elementos de la misión en la configuración propuesta en 2022, que fue la que la NASA decidió parar a principios de 2024 - NASA
Bill Nelson, el administrador saliente de la NASA, presentaba hace unas horas una actualización sobre la misión de retorno de muestras de Marte (MSR por sus siglas en inglés), parada desde que en abril de 2024 la agencia decidiera reevaluar todo al ver que iba pasadísima de plazos y de presupuesto. Pero en realidad no ha dicho nada.
Lo que ha contado Nelson es que la agencia está estudiando dos arquitecturas distintas con la idea de seleccionar una con la que seguir adelante en la segunda mitad de 2026 para un lanzamiento en 2030 que permitiría tener las muestras en tierra en 2035. O así.
Una de ellas mantendría la misión básicamente dentro de la NASA y utilizaría un aterrizador simplificado que tomaría tierra con una grúa aérea similar a la que permitió aterrizar a a los rovers Curiosity y Perseverance. Su coste estaría entre los 6.600 y los 7.700 millones de dólares.
La otra dependería de la iniciativa privada –léase básicamente Blue Origin o SpaceX, aunque hay más empresas que han presentado propuestas como Aerojet Rocketdyne, Boeing, Lockheed Martin, Northrop Grumman, Quantum Space y Whittinghill Aerospace– y costaría entre 5.800 y 7.100 millones de dólares.
Cualquiera de las dos utilizaría el ERO (Earth Return Orbiter, Orbitador de retorno a la Tierra) de la Agencia Espacial Europea (ESA), que recogería las muestras puesta en órbita alrededor de Marte y las traería a la Tierra.
El objetivo de la NASA es que cualquiera que sea la opción seleccionada ha de ser capaz de traer de vuelta los 30 tubos de muestras que lleva Perseverance en su interior.
Pero tampoco hay que descartar en cuanto a las iniciativas privadas la de Rocket Lab, que hace poco presentaba una propuesta que la NASA está también analizando. Aunque en este caso el ERO de la ESA queda fuera, ya que Rocket Lab utilizaría su propio vehículo.
Yo, si tuviera que apostar, y teniendo en cuenta que la decisión la va a tomar sí o sí una NASA controlada por la administración Trump, apostaría a se va a llevar el gato al agua SpaceX. Aunque sólo sea porque con toda probabilidad va a dirigir la agencia Jared Isaacman, alguien muy próximo a Elon Musk y por la manifiesta proximidad de Musk con Trump. No, por conflicto de intereses no me viene nada.
En cualquier caso, y para dar algo más de contexto el coste que se estaba manejando para la misión antes de que la NASA decidiera echar el freno era de entre 8.000 y 11.000 millones de dólares cuando originalmente había sido estimado en unos 5.000 millones.
Lo que pasa es que nadie puede asegurar, ni aunque la NASA se decida por la opción de la iniciativa privada, que los costes no se vayan a disparar de nuevo. Ni mucho menos que se vayan a cumplir los plazos.
Y, sin embargo, si fuera a seguir apostando, apostaría a que China sí va a cumplir con su objetivo de lanzar la misión Tianwen 3 de retorno de muestras de Marte en 2028. Las muestras estarían de vuelta en 2031.
Ciertamente es menos ambiciosa que la de la NASA y la ESA porque sólo tomaría muestras en las proximidades de aterrizador. Pero si llegan antes, habrán ganado; a nadie le importará que sea algo menos relevante bajo el punto de vista científico.
Y apostaría a que entonces los Estados Unidos iban a perder bastante interés en lo de traer de vuelta las muestras recogidas por Perseverance. Incluso hasta el punto de cancelar definitivamente la misión.
Pero ya veremos.
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Las sonda BepiColombo hace su sexto y último sobrevuelo de Mercurio antes de entrar en órbita alrededor de él
Hace apenas un par de horas la sonda BepiColombo de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) ha hecho su sexto y último sobrevuelo de Mercurio. La distancia mínima al planeta fue de 295 kilómetros a las 6:59, hora peninsular española (UTC +1) y todo ha ido bien. La maniobra ha servido tanto para reducir la velocidad de la sonda como para modificar su trayectoria antes de entrar en órbita alrededor de él, lo que está previsto que suceda en noviembre de 2026.
Aprovechando la fugaz visita ocho de los once instrumentos del Mercury Planetary Orbiter (MPO, Orbitador Planetario de Mercurio) y cuatro de los cinco del Mercury Magnetospheric Orbiter (Orbitador Magnetosférico de Mercurio, MMO) fueron encendidos para que recogieran datos, lo que sirve tanto para irle sacando partido a la misión como para obtener práctica real en el manejo de la misión.
Los módulos de la misión. Se separarán una vez en órbita alrededor de Mercurio y tanto el MTM como el parasol serán descartados - ESA/JAXA
Además, dos de las tres cámaras del Mercury Transfer Module (MTM, Módulo de Transferencia a Mercurio) estaban encendidas, que lo que en unas horas tendremos nuevas imágenes del planeta. Las del vídeo de arriba son simuladas a partir de datos obtenidos por la ya difunta sonda Messenger de la NASA.
Los planes originales eran que la sonda entrara en órbita alrededor de Mercurio en diciembre de 2025. Pero en mayo de 2024 la ESA anunciaba que los motores del MTM no estaban entregando toda la potencia que debían, lo que impedía a la BepiColombo seguir la trayectoria prevista inicialmente.
Pero al fin, tras meses de incertidumbre, en septiembre la ESA informaba que había sido posible diseñar una nueva trayectoria para la sonda modificando los tres sobrevuelos de Mercurio que le quedaban que le permitiría entrar en órbita en noviembre de 2026. Motores del MTM mediante, claro, que serán los que tengan que llevar a cabo la maniobra de inserción orbital.
Una vez allí tiene como objetivo observar el planeta y su entorno desde su órbita y estudiar la composición, topografía y morfología de su superficie y su interior, así como el entorno del planeta y su magnetosfera.
La misión está en Twitter como @BepiColombo.
Heavy steel train tests digital automatic couplers in real-world conditions
Development » SpotBugs #2417 (stable)
Development » Packages #2154 (stable)
Regulator orders HS1 Ltd to lower access charges
Development » Builds #2465 (stable)
Development » Ignored Test Scan #2607 (stable)
Development » Deprecations #2015 (stable)
Facebook e Instagram dejarán de utilizar verificadores de datos profesionales y se encomendarán a la comunidad. ¿Qué podría salir mal?
Una de las noticias de hoy fue que Instagram y Facebook eliminan a los verificadores de datos, rememorando a lo que hizo X/Twitter tras ser adquirida por Elon Musk. En principio es en Estados Unidos, pero se extenderá a otros países. En España afectaría directamente a la labor de Newtral y a Maldita.es, aunque también a empresas de todo el mundo de la International Fact-Checking Network (IFCN).
Según parece la idea será reemplazar esa verificación humana por «notas de la comunidad» al estilo X. Que en teoría es algo que suena bien (cómo decir que no a «una herramienta colaborativa para añadir contexto útil a los posts»)… pero que por otro lado resulta fácilmente manipulable, especialmente en los temas más polarizados y controvertidos. Más o menos como todos los sitios en los que la comunidad tiene «voto», que acaban con sesgos, manipulaciones y censuras de todo tipo de las que es difícil responsabilizar a nadie.
Si no te gusta la realidad, redefínela como mejor te apetezca. Es un poco el mensaje de fondo del asunto, que en vez de información en forma de hechos y datos verificables por cualquiera –labor supervisada por profesionales que se dedican a eso– basta con que cualquiera, ya sea un ser humano o un ejército de bots, haga un clic en «me gusta» o «no me gusta» para enterrar noticias con las que se esté en desacuerdo o dar alas a las filias favoritas, por raras o erróneas que sean. Y ahí quedará esa nueva realidad.
Se vienen tiempos interesantes.
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