El museo alemán de la minería, situado en Bochum, está dedicado a la industria de la minería y auxiliares.

Es un museo didáctico, especializado en escolares, por lo que su contenido es muy denso. Describe desde como fue la minería en la antigüedad hasta nuevos tipos de extracción más actuales, maquinaria, tipos de galerías, tipos de explotaciones, procesos de extracción y degradación de la tierra. Incluso tiene un apartado dedicado a los puntales rotos, explicando cómo se llegó a ese tipo de accidente.

Por su extensión será seguramente el mayor museo dedicado a la minería del mundo con más de 20 salas repletas de material, representaciones, fotografías y minerales, incluso dedica parte a las creencias de los mineros, y tiene vidrieras con santos o cálices con ornamentos típicamente mineros.

Pero lo más importante está debajo, en el subsuelo (o eso nos hacen creer), dónde se recorren una gran cantidad de galerías de una mina en la que se pueden ver los diferentes tipos de explotación en el lugar. Se han recreado las instalaciones, las vías, los aparatos hidráulicos, las diferentes cerchas o puntales para que el expectador tenga la sensación que tenía el minero. En algunas galerías la luz es poco intensa y en otras lo es mucho.

Al salir del subsuelo el mismo ascensor te manda a la parte alta de la moleta en dónde se puede (si hace buen tiempo) observar desde muy arriba la cuenca del Rhur, las instalaciones de los trenes, los edificios de Bochum (que se quedaron pequeñitos...).

El museo sigue siendo un referente en Alemania, y llegan de vez en cuando nuevos fondo industriales como de investigación, así siempre está en continuo cambio. Por eso varias salas no las pudimos visitar porque estaban reacondicionándolas.

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