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Un anteproyecto de ley para acabar con la obsolescencia programada, el postureo ecológico y la publicidad de la gasolina y los vuelos cortos
Se ha presentado hoy un anteproyecto de ley –lo cual quiere decir que habrá de pasar tiempo hasta que se vea en qué acaba– con el título de Ley de Consumo Sostenible que pretende dar los primeros pasos para acabar con algunas lacras del mundo moderno. Aquí van los puntos más relacionados con los temas que solemos tratar:
- Limitación de la obsolescencia programada, incentivando la reparación y ampliando la garantía de los productos si se opta por reparar en lugar de sustituir. Esto incluye una Plataforma pública de reparadores (?!), que habrá de ser accesible para facilitar presupuestos y servicios de reparación. (Sinceramente: raro será que no acabe siendo otra web oficial inútil).
- Obligación de informar sobre actualizaciones de software que perjudiquen al producto o que no sean necesarias. (Un poco absurdo porque los fabricantes dirán que todas son necesarias y ninguna perjudicial.)
- Prohibición de publicidad de combustibles fósiles, vehículos de gasolina o diésel y productos energéticos no renovables.
- Prohibición de publicidad de los vuelos cortos siempre que exista una alternativa menos contaminante y cuya duración no supere las 2,5 horas.
- Prohibición del postureo ecológico (greenwashing), esto es, el uso de términos como «verde» o «biodegradable» sin justificación científica. También se incluye la posibilidad de anular marcas engañosas, cuyos nombres o logotipos confundan sobre su impacto ambiental.
Además de esto se quiere eliminar la publicidad asustaviejas («publicidad del miedo»), es decir la de los Securitas Direct y similares, que generan temor o ansiedad. Veremos si los antivirus o incluso las VPN se incluyen en la lista.
También hay un apartado para evitar la reventa de entradas con precios por encima del original, que habrá que ver si funciona porque las triquiñuelas para la reventa existen desde la época del coliseo romano, me parece a mi.
Más detalles:
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La batalla por los puentes: Arnhem 1944, la descabellada operación Market Garden contada por Antony Beevor
La batalla por los puentes: Arnhem 1944. La última victoria alemana en la segunda guerra mundial. Por Antony Beevor. Booket (13 de octubre de 2021). 688 páginas. También disponible en formato Kindle en inglés.
A finales del verano de 1944 el mariscal de campo Bernard Law Montgomery, más conocido como Monty, estaba inquieto porque se sentía desplazado por la excesiva atención y apoyo que, al menos en su opinión, el alto mando aliado estaba prestando a las tropas estadounidenses. Así que aprovechando unos días en los que Eisenhower estuvo un poco fuera de juego, aprovechó para montar y lanzar la operación Market Garden, probablemente una de las operaciones militares aliadas peor planeadas y ejecutadas de la Segunda Guerra Mundial.
La idea era establecer un saliente del frente de 103 kilómetros en terreno ocupado por Alemania en los Países Bajos para que las tropas aliadas –inglesas en este caso– pudieran cruzar el Rin y así disponerse a entrar en Alemania, en concreto en la importante para el esfuerzo militar cuenca industrial del Ruhr.
Para ello había que capturar y mantener una serie de puentes, en especial el que cruzaba el Rin en Arnhem. Monty organizó un asalto aerotransportado que los tenía que conquistar –Market– y un avance terrestre –Garden– que tenía que llegar a Arnhem tan sólo 48 horas después del aterrizaje de las tropas aerotransportadas.
Era un plan extremadamente complejo que dependía de muchos pasos que tenían que salir a la perfección uno tras otro. Pero ni el plan estaba especialmente bien pensado, pues entre otras cosas Monty desoyó a quien le decía que el terreno era inviable para un asalto mediante formaciones blindadas, además de hacer un uso de los paracaidistas nada adecuado para sus capacidades, ni fue especialmente bien ejecutado por muchos de los mandos involucrados.
Además de que ya se sabe aquello de que ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo. Y este menos.
Como se temían quienes es oponían a ella lo que tenía que haber sido una operación de poco más de 48 horas según el plan de Montgomery terminó siendo una batalla de algo más de una semana. Y Market Garden terminó por ser un enorme fracaso en el que en especial la a 1ª División Aerotransportada británica, que era la que tenía que tomar el puente de Arnhem, resultó diezmada. Aunque el resto de unidades tampoco se fueron de rositas.
Este libro cuenta de forma muy amena y detallada los preparativos de la operación, los días de lucha, y la retirada final de la 1ª, que fue sacrificada para nada, pues aunque los aliados mantuvieron el control del terreno liberado de la ocupación alemana hasta el final de la guerra, al no conseguir conquistar Arnhem no se pudo establecer esa cabeza de puente al otro lado del Rin.
Me parece especialmente interesante el relato que hace de las relaciones entre los mandos aliados y de cómo en un momento dado, viendo que aquello iba a terminar mal, muchos empezaron a escurrir el bulto para echarle la culpa a otros de que casi nada saliera como estaba previsto. También me interesó mucho la cobertura que hace de cómo la población civil se vio involucrada y sufrió todo este fregado.
En definitiva, un libro muy recomendable si te interesa la Segunda Guerra Mundial y que me ha dejado con ganas de volver a ver Un puente lejano, la película de 1977 que recrea la historia de esta batalla. Y de ver Theirs Is The Glory, una película británica de 1946 que se centra en la participación de la 1ª aerotransportada y que además de utilizar metraje rodado durante los días de combate fue rodada en los lugares en los que tuvo lugar la lucha y en la que más de 200 veteranos participan como actores, incluyendo a algunos de los civiles.